A orillas de una de las rías más bellas de la costa asturiana, Villaviciosa se alza como una joya medieval enmarcada entre manzanos, historia y hospitalidad. No es solo la capital de la sidra, sino que también es uno de los pasos obligados para los peregrinos que recorren el Camino del Norte hacia Santiago.
Si estás pensando en visitar esta villa o hacer una parada en tu ruta jacobea, te mostramos qué ver en Villaviciosa. Te diremos qué es lo que no debes perderte y por qué este enclave combina a la perfección tradición, naturaleza y espiritualidad.
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Villaviciosa en el Camino del Norte: historia, paisajes y hospitalidad
Villaviciosa es una parada imprescindible (tanto en el plano geográfico como de importancia) en el Camino del Norte, una rutas jacobea que serpentea por la cornisa cantábrica entre montañas, acantilados y verdes valles.
Esta villa asturiana, con su mezcla de legado medieval y espíritu acogedor, ofrece al peregrino todo lo que puede necesitar: monumentos cargados de historia, gastronomía auténtica y toda la calidez del norte.
Situada entre Gijón y Ribadesella, recibe cada año a cientos de caminantes que encuentran aquí un lugar perfecto para descansar y reconectar. Antes de hablarte de sus principales puntos de interés, déjanos hablarte un poquito más detalladamente de por qué debes escoger el Camino del Norte.
¿Por qué elegir el Camino del Norte?
Esta ruta es ideal para quienes buscan una experiencia más tranquila, menos masificada y en pleno contacto con la naturaleza. Además, es probablemente la que mayor riqueza de paisajes ofrece.
Empieza en Irún, y las primeras etapas tienen un carácter más urbano. Pero, el Camino Santiago desde Bilbao hasta Santander empieza por una primera inmersión urbana antes de perderse entre playas y montes. Más adelante, en Ribadeo Camino de Santiago, el peregrino atraviesa parajes costeros de gran belleza, acantilados imponentes, pequeñas aldeas gallegas hasta terminar su ruta en Santiago.
Además, frente al Camino del Norte, rutas como el Camino de Tui a Santiago ofrecen recorridos más cortos y urbanos, ideales para quienes tienen menos tiempo o buscan una experiencia más accesible.
En cualquier caso, sea cual sea el camino elegido, siempre es recomendable contar con el respaldo de profesionales especializados en viajes Camino de Santiago organizados. Te ofrecen asistencia, transporte de mochilas y reserva de alojamientos. El apoyo adecuado marca la diferencia en cada etapa.
Lugares imprescindibles que ver en Villaviciosa
La historia se respira en cada rincón del centro histórico de una localidad que, seguro, estás asociando a la sidra. Pero es mucho más que eso. Su arquitectura, sus calles empedradas y sus plazas invitan a caminar sin rumbo fijo, descubriendo pequeños tesoros a cada paso.
El casco antiguo y su historia medieval
Pasear por el casco antiguo de Villaviciosa es sumergirse en un legado urbano que ha sobrevivido al paso de los siglos con sorprendente autenticidad. Su trazado responde al modelo de villa fundada en el siglo XIII por Alfonso X el Sabio, con una estructura en damero que aún se aprecia en sus calles principales, como la calle del Sol o la calle del Agua.
Uno de los lugares más emblemáticos es la Plaza del Ayuntamiento, flanqueada por casonas nobiliarias con escudos heráldicos que dan testimonio del pasado señorial de la villa. Muy cerca, se encuentra la Casa de los Valdés, con su característico corredor de madera; y la Casa del Arcediano, uno de los ejemplos más interesantes de arquitectura civil bajomedieval.
También destacan los soportales y balconadas típicamente asturianas, con fachadas que combinan piedra y madera. Caminar por estas calles permite descubrir rincones como el antiguo Hospital de Peregrinos, hoy reconvertido a los Edificios de las escuelas graduadas.
Toda esta zona fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1991, y mantiene una atmósfera viva, con comercios tradicionales, sidrerías y una oferta cultural cada vez más activa.
Iglesia de Santa María de la Oliva
Es uno de los templos góticos más destacados del oriente asturiano. Construida en el siglo XIII, su sobriedad exterior contrasta con la riqueza simbólica de su arquitectura. Destacan su portada occidental con arco apuntado y capiteles decorados, y su elegante rosetón, que deja pasar una luz suave al interior.
El templo se levanta sobre una antigua iglesia románica, y conserva aún algunos elementos de transición entre ambos estilos. Su planta de nave única con ábside poligonal y cubierta de madera refleja una adaptación local del gótico a las formas constructivas asturianas.
La Casa de los Hevia y la visita de Carlos V
Ubicada a pocos metros de la Plaza del Ayuntamiento, la Casa de los Hevia es uno de los edificios más representativos del patrimonio civil de Villaviciosa. Se trata de una casona señorial del siglo XV, reformada en época renacentista, que destaca por su fachada de sillería, ventanas conopiales y escudo nobiliario sobre el portal.
Su mayor relevancia histórica proviene del año 1517, cuando el entonces joven emperador Carlos V se alojó en esta casa tras desembarcar en el cercano puerto de Tazones. Fue su primera estancia en suelo español, camino a su coronación como rey de Castilla.
Hoy, el edificio alberga el Centro de Interpretación de la Ría de Villaviciosa y la Reserva Natural Parcial. Además, ofrece información sobre la propia figura del emperador y su vinculación con la villa. Una parada obligatoria para quienes disfrutan con la historia viva de los lugares.
Mirador del monte Los Llanos
Si quieres una panorámica inolvidable de Villaviciosa y su entorno, este es tu lugar. Desde aquí se aprecian la ría, los tejados del casco urbano y los prados infinitos que rodean la villa. Ideal al amanecer o al atardecer, especialmente si eres peregrino y comienzas o terminas aquí tu jornada.
Naturaleza y entorno rural: la esencia asturiana
Villaviciosa no solo es historia y arquitectura. También es paisaje, biodiversidad y contacto directo con la tierra. Su entorno rural invita a desconectar, a caminar entre pomaradas o a perderse en pequeños pueblos donde parece que el tiempo se ha detenido.
Ría de Villaviciosa: un santuario natural
Con sus más de ocho kilómetros de longitud, la Ría de Villaviciosa es uno de los estuarios mejor conservados del norte peninsular.
Declarada Reserva Natural Parcial, este enclave de gran valor ecológico alberga una rica biodiversidad y sirve de refugio a más de 150 especies de aves, muchas de ellas migratorias. Garzas, cormoranes, zarapitos y ánades pueden observarse con facilidad desde varios puntos del recorrido.
A lo largo de su ribera hay senderos señalizados para caminar o pedalear, como la ruta entre El Puntal y Rodiles, que permite combinar naturaleza y costa.
Paseos entre pomaradas y lagos
Villaviciosa no sería lo que es sin la presencia omnipresente de sus pomaradas, los campos de manzanos que definen el paisaje agrícola de la comarca.
Estas extensiones de árboles frutales no solo son el origen de la afamada sidra asturiana, sino también el escenario de tranquilos paseos entre caminos rurales, muros de piedra y verdes praderas. Muchas de estas rutas están señalizadas y permiten recorrer fincas tradicionales donde se produce sidra natural de manera artesanal.
Además, en los alrededores del concejo existen pequeñas lagunas y embalses naturales que complementan estos itinerarios, como el entorno de La Espuncia o zonas próximas a San Justo y Tornón. Son espacios poco frecuentados, ideales para quien busca desconectar, escuchar el silencio y disfrutar del ritmo lento del mundo rural asturiano.
Aldeas con encanto en el entorno
Parroquias como Amandi, Argüero o Selorio conservan la arquitectura tradicional y un ritmo de vida pausado. Aquí, el viajero encuentra hospitalidad genuina, productos de la tierra y paisajes que invitan a la contemplación.
Festividades y gastronomía en Villaviciosa
Una de las mejores formas de conocer un lugar es a través de sus fiestas y de su cocina. Villaviciosa no defrauda en ninguno de los dos aspectos: tradiciones vivas y platos que alimentan el cuerpo y el alma.
Festival de la Manzana y Semana Santa
La Fiesta de la Manzana, celebrada cada dos años (impares) en octubre, rinde homenaje al producto estrella de la comarca. Hay concursos, catas, mercados artesanos y una atmósfera festiva que transforma la villa.
La Semana Santa de Villaviciosa también tiene gran tradición, con procesiones solemnes y una participación popular muy activa.
Sidra, fabada y productos de la huerta
La sidra natural es la gran protagonista de la gastronomía local, y en Villaviciosa podrás degustarla en su versión más auténtica: escanciada al momento y acompañada de quesos asturianos, embutidos caseros y fabada cocinada a fuego lento.
Otros productos como la merluza del Cantábrico, los tortos, las cebollas rellenas o el arroz con leche completan una propuesta irresistible.
Villaviciosa es uno de esos lugares que sorprenden al visitante y enamoran al peregrino. Sus calles hablan de historia, sus paisajes transmiten serenidad y su gente recibe con los brazos abiertos. Si estás planeando tu ruta por el norte de España, ya sea como turista o como caminante, haz de esta villa asturiana una parada imprescindible.
Y recuerda que recorrer el Camino de Santiago puede ser una experiencia aún más gratificante si cuentas con apoyo logístico, transporte de mochilas, asistencia en ruta y planificación profesional.